España reclama un plan europeo coordinado para impulsar el empleo.
Los 27 anteponen las reformas financieras a nuevas ayudas fiscalesLa UE recomendó ayer que se intensifique el diálogo social, se flexibilice el mercado laboral y se aumente la movilidad de los trabajadores para evitar que la crisis económica degenere en un conflicto social en todo el continente. España cree que esas recetas no bastan y reclamó un plan europeo de apoyo al empleo similar al que ha rescatado al sector financiero con 400.000 millones de euros.
Bernardo de Miguel - Bruselas - 20/03/2009
La cumbre social tripartita, que suele celebrarse horas antes del Consejo europeo de primavera, ganó ayer un protagonismo excepcional por culpa de la crisis. A la reunión de la UE con sindicatos y patronales incluso asistieron esta vez dos presidentes del Gobierno (además del checo, que ocupa este semestre la presidencia de la UE), entre ellos, José Luis Rodríguez Zapatero. La reunión se celebró con la huelga general convocada en Francia como telón de fondo. Y de la cumbre salieron recetas que, según sus defensores, pueden evitar que los movimientos de protesta se generalicen en todo el continente.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que asistió junto a Rodríguez Zapatero, señaló al término de la reunión que 'Europa debería hacer un esfuerzo mayor para relanzar las políticas de empleo'. Corbacho reclamó un segundo plan de rescate europeo, esta vez dedicado a salvar el mercado laboral. Y recordó que durante la primera etapa de la crisis, cuando el sector financiero era el principal afectado, Europa no dudó en movilizar más de 400.000 millones para rescatar a la banca.
Esa propuesta española, sin embargo, cuenta con el rechazo de Alemania, que ayer mismo descartó acometer nuevos planes de estímulo fiscal más allá de los aprobados hasta 2010. La presidencia de la UE es de la misma opinión. A falta de más partidas presupuestarias, la cumbre buscó recetas para mantener el nivel de empleo lo más alto posible. 'Movilidad y flexibilidad en el mercado laboral son claves', señaló el primer ministro checo y presidente de la UE, Mirek Topolanek. 'Nuestra prioridad', añadió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, 'debe ser que la gente mantenga su puesto de trabajo, dando apoyo financiero, por ejemplo, a los mecanismos de trabajos temporales flexibles'.
Las reformas del mercado laboral, según Topolanek, deberían llevarse a cabo manteniendo 'un diálogo social intenso'. Para Barroso, 'el objetivo es evitar el círculo vicioso del desempleo de larga duración que lleva a la pobreza y la exclusión social'. Los representantes del Gobierno como de las fuerzas sindicales y la patronal se mostraron convencidos de que ese diálogo se mantendrá en España. 'Queremos dar una oportunidad al diálogo', señaló Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO. Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, abogó por medidas de flexibilidad para frenar la destrucción del desempleo y recordó que en los países europeos donde se aplican hay una tasa de paro menor.
Horas después de la cumbre tripartita se inició el Consejo Europeo que se prolongará hasta hoy, para debatir una agenda conjunta de la UE de cara a la reunión del G-20 en abril. La consigna es anteponer las reformas financieras a más ayudas fiscales.
La cumbre social tripartita, que suele celebrarse horas antes del Consejo europeo de primavera, ganó ayer un protagonismo excepcional por culpa de la crisis. A la reunión de la UE con sindicatos y patronales incluso asistieron esta vez dos presidentes del Gobierno (además del checo, que ocupa este semestre la presidencia de la UE), entre ellos, José Luis Rodríguez Zapatero. La reunión se celebró con la huelga general convocada en Francia como telón de fondo. Y de la cumbre salieron recetas que, según sus defensores, pueden evitar que los movimientos de protesta se generalicen en todo el continente.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que asistió junto a Rodríguez Zapatero, señaló al término de la reunión que 'Europa debería hacer un esfuerzo mayor para relanzar las políticas de empleo'. Corbacho reclamó un segundo plan de rescate europeo, esta vez dedicado a salvar el mercado laboral. Y recordó que durante la primera etapa de la crisis, cuando el sector financiero era el principal afectado, Europa no dudó en movilizar más de 400.000 millones para rescatar a la banca.
Esa propuesta española, sin embargo, cuenta con el rechazo de Alemania, que ayer mismo descartó acometer nuevos planes de estímulo fiscal más allá de los aprobados hasta 2010. La presidencia de la UE es de la misma opinión. A falta de más partidas presupuestarias, la cumbre buscó recetas para mantener el nivel de empleo lo más alto posible. 'Movilidad y flexibilidad en el mercado laboral son claves', señaló el primer ministro checo y presidente de la UE, Mirek Topolanek. 'Nuestra prioridad', añadió el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, 'debe ser que la gente mantenga su puesto de trabajo, dando apoyo financiero, por ejemplo, a los mecanismos de trabajos temporales flexibles'.
Las reformas del mercado laboral, según Topolanek, deberían llevarse a cabo manteniendo 'un diálogo social intenso'. Para Barroso, 'el objetivo es evitar el círculo vicioso del desempleo de larga duración que lleva a la pobreza y la exclusión social'. Los representantes del Gobierno como de las fuerzas sindicales y la patronal se mostraron convencidos de que ese diálogo se mantendrá en España. 'Queremos dar una oportunidad al diálogo', señaló Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO. Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, abogó por medidas de flexibilidad para frenar la destrucción del desempleo y recordó que en los países europeos donde se aplican hay una tasa de paro menor.
Horas después de la cumbre tripartita se inició el Consejo Europeo que se prolongará hasta hoy, para debatir una agenda conjunta de la UE de cara a la reunión del G-20 en abril. La consigna es anteponer las reformas financieras a más ayudas fiscales.
La UE analizará en España la formación de trabajadores
La UE puso ayer en marcha un proceso de consulta pública para preparar la cumbre extraordinaria sobre el empleo que celebrará en Praga el próximo 7 de mayo. Los países encargados de organizar los seminarios preparatorios serán la República Checa, Suecia y España. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, indicó en Bruselas que el seminario español arrancará a mediados de abril y versará sobre la formación continua de los trabajadores. Corbacho espera que participen no sólo la presidencia de la UE, sino también 'los agentes sociales para que puedan aportar sus ideas de cara al 7 de mayo'.
Los otros dos seminarios analizarán cómo mejorar la movilidad de los trabajadores y las posibles medidas para facilitar el acceso a un empleo.
La cumbre de Praga intentará evitar que el previsible deterioro e las condiciones laborales en Europa desemboque en un 'otoño caliente' en todo el continente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario