viernes, 27 de febrero de 2009

La OIT adopta histórica Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa


GINEBRA (Noticias de la OIT) – Los gobiernos, trabajadores y empleadores de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en medio de un ambiente de profunda incertidumbre en el mundo laboral en torno a cuestiones que van desde la turbulencia financiera y la caída de la economía al creciente desempleo, la informalidad y una insuficiente protección social, han adoptado una histórica Declaración con el objetivo de fortalecer la capacidad de la Organización de promover la Agenda de Trabajo Decente y forjar una respuesta efectiva a los crecientes desafíos de la globalización.
La “Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa” (Nota 1) y su respectiva resolución fueron adoptadas por consenso por parte de los Estados miembros y representantes de trabajadores y empleadores presentes en la 97ª Conferencia Internacional del Trabajo, que se reunieron en esta ciudad luego de meses de negociación entre sus mandantes tripartitos en representación de 182 Estados miembros.
“Las demandas del mundo laboral moderno están cambiando, y esta Declaración fortalece nuestros esfuerzos para generar respuestas a través de la Agenda de Trabajo Decente”, dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia. “No sólo representa un gran cambio hacia políticas socioeconómicas más equilibradas, sino que también le otorga a la OIT una herramienta formidable para promover una globalización equitativa con base en el Trabajo Decente”.
A través de esta Declaración, los gobiernos, empleadores y trabajadores de todos los Estados miembros llaman a la adopción de una nueva estrategia para sostener a las sociedades abiertas y a la economía global con base en la justicia social, el pleno empleo y la cohesión social. La Declaración reconoce los beneficios de la globalización, pero además llama a que se realicen nuevos esfuerzos para la implementación de políticas de trabajo decente como medio para alcanzar resultados mejores y más equitativos.
De manera específica, esta Declaración sienta una nueva base a partir de la cual la OIT puede apoyar los esfuerzos de sus mandantes para promover y alcanzar el progreso y la justicia social a través de los cuatro objetivos de la Agenda de Trabajo Decente: empleo, protección social, diálogo social y tripartismo, y principios y derechos fundamentales en el trabajo. Es más, al resaltar la naturaleza interdependiente de estos cuatro objetivos, la Declaración subraya que la falta de apoyo a cualquiera de ellos afectaría la promoción de los demás.
Al mismo tiempo, la Declaración les otorga a los mandantes de la OIT la gran responsabilidad de contribuir, a través de sus políticas socioeconómicas, a la realización de una estrategia global e integrada para la implementación de la Agenda de Trabajo Decente. La Declaración también le pide a la OIT que invite a otras organizaciones internacionales y regionales a promover el trabajo decente, y agrega: “debido que las políticas comerciales y de los mercados financieros impactan sobre el empleo, el papel de la OIT es evaluar dicho impacto para lograr que el empleo esté en el corazón de las políticas económicas”.
La Declaración resalta que la globalización está causando una profunda reforma en el mundo laboral. Por un lado, dice, la globalización ha ayudado a que muchos países se vean beneficiados con altas tasas de crecimiento, creación de empleo, la absorción en zonas urbanas modernas de una gran parte de la población rural pobre, y el fomento de la innovación para el desarrollo de productos y la circulación de ideas. Por otro lado, la globalización ha llevado a que muchos países y sectores enfrenten grandes desafíos en términos de desigualdad del ingreso, altos niveles de desempleo y pobreza, vulnerabilidad económica ante los shocks externos, y el crecimiento del trabajo sin protección y de la economía informal, que tiene un impacto sobre la relación de trabajo y en las protecciones que la misma ofrece.
La “Declaración sobre la justicia social para una globalización equitativa” marca la renovación más importante de la Organización desde la adopción de la histórica “Declaración de Filadelfia”, en 1944. Además, representa un importante paso adelante en el respeto, la promoción y la realización de la Declaración relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, adoptada por la OIT en 1998.
Esa Declaración subraya que la libertad sindical y el derecho de negociación colectiva, la eliminación del trabajo forzoso u obligatorio, la abolición del trabajo infantil, y la eliminación de la discriminación en materia de empleo y ocupación, son los principios básicos de la organización. La Declaración adoptada este año subraya la importancia particular de estos derechos como condiciones que llevan a la realización de los cuatro objetivos estratégicos de la OIT.
“Ahora tenemos una brújula” para la OIT y sus mandantes, dijo Jean-Jacques Elmiger, presidente de la Comisión sobre el Fortalecimiento de la Capacidad de la OIT, quien agregó que “ahora depende de todos nosotros que le demos forma al futuro, mientras que la Declaración y la Resolución nos mostrarán el camino”.
En su presentación ante el plenario, el ponente de la Comisión, Sergio Paixao Pardo, dijo que la Declaración tendrá “un impacto directo en las condiciones de vida y laborales de hombres y mujeres en países desarrollados y en desarrollo”. Paixao Pardo se refirió a la Declaración como “una guía para las futuras generaciones”.
El vicepresidente de los trabajadores, Ebrahim Patel, dijo que la Declaración “aborda grandes temas que seguramente harán eco en las preocupaciones actuales de las sociedades, los trabajadores, los empresarios y los gobiernos, y esperamos que también anticipe las cuestiones que surgirán en el futuro”.
El vicepresidente de los empleadores, Emmanuel Julien, dijo que “con esta Declaración la Organización queda equipada con las mejores herramientas que jamás haya tenido para enfrentar los desafíos de la globalización”, y agregó que la misma le permitirá a la OIT “lograr más cosas sin desprenderse de nuestros valores fundamentales”.
La Declaración incluye un mecanismo de seguimiento para asegurar los medios con los cuales la Organización asistirá a sus Miembros en los esfuerzos por promover la Agenda de Trabajo Decente, incluyendo una revisión de las prácticas institucionales de la OIT y su gobernabilidad; discusiones en el seno de la Conferencia Internacional del Trabajo sobre las realidades y necesidades de los Estados miembros y los resultados de las actividades de la OIT; evaluaciones voluntarias por parte de países, asistencia técnica y servicios de asesoramiento; y el fortalecimiento de las capacidades de investigación, y la recolección e intercambio de información.

Nota 1 – Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa y Resolución sobre el fortalecimiento de la capacidad de la OIT para prestar asistencia a los miembros en la consecución de sus objetivos en el contexto de la globalización. http://www.ilo.org/global/What_we_do/Officialmeetings/ilc/ILCSessions/97thSession/pr/lang--es/docName--WCMS_094044/index.htm

Comunicado de Prensa de la OIT
12 Junio de 2008
ONU alerta sobre mayor inseguridad laboral con globalización
La globalización de los mercados laborales ha conducido a formas de empleo no estructuradas que generan inseguridad en los trabajadores, según un estudio de la ONU dado a conocer hoy.
El “Informe sobre la situación social del mundo” destaca que los gobiernos y empleadores, en su afán de ser económicamente competitivos, han tomado medidas para flexibilizar el mercado de trabajo. Así, se han difundido los contratos a corto plazo que dan a los empleados pocos derechos.Los contratos colectivos están desapareciendo y son cada vez más individualizados, lo que da lugar a un nuevo desequilibrio de poder que favorece a los empleadores.A esto se suma la privatización de los servicios sociales y una sustitución de la reglamentación jurídica por la autorregulación. Pese al crecimiento económico, la creación de empleos se ha quedado atrás con respecto al de la población en edad de trabajar, explicó el Secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales, Sha Zukang.“Las condiciones de empleo están empeorando. Hay más inseguridad económica para la mayoría de los trabajadores y niveles más altos de desigualdad en las sociedades”, dijo el funcionario.Añadió que los trabajadores con poca educación y habilidades son los más afectados por estas tendencias de la globalización.El Informe, presentado a la Asamblea General, subraya que muchos jóvenes viven en condiciones de pobreza, así como poblaciones indígenas, donde el desempleo es desproporcionadamente mayor que el promedio nacional.La ONU aconseja que cuando se promueva el trabajo decente se aborden al mismo tiempo las desigualdades de ingresos y sociopolíticas.Explica que la proliferación del empleo esporádico hace aún más importante la universalidad de la cobertura de protección social. Otra de sus sugerencias a los gobiernos es que efectúen reformas políticas y jurídicas que permitan una mayor igualdad de acceso laboral para grupos de la población de diferente etnia, edad, género y procedencia.
Centro de Noticias ONU.
28 de noviembre, 2007 .

jueves, 26 de febrero de 2009

Preguntas de examen

1.Definir y explicar las fases que se produjeron en la juridificación del conflicto y el momento histórico en el que tuvieron lugar en España.
2.¿Cuáles son los derechos fundamentales de primer grado relacionados con el Derecho del Trabajo?
3.Marco de la negociación colectiva en la CE y su protección.
JOB LOSSES POSE A THREAT TO STABILITY WORLDWIDE


By NELSON D. SCHWARTZ
Published: February 14, 2009

PARIS— From lawyers in Paris to factory workers in China and bodyguards in Colombia, the ranks of the jobless are swelling rapidly across the globe.Worldwide job losses from the recession that started in the United States in December 2007 could hit a staggering 50 million by the end of 2009, according to the International Labor Organization, a United Nations agency. The slowdown has already claimed 3.6 million American jobs.High unemployment rates, especially among young workers, have led to protests in countries as varied as Latvia, Chile, Greece, Bulgaria and Iceland and contributed to strikes in Britain and France. Last month, the government of Iceland, whose economy is expected to contract 10 percent this year, collapsed and the prime minister moved up national elections after weeks of protests by Icelanders angered by soaring unemployment and rising prices.Just last week, the new United States director of national intelligence, Dennis C. Blair, told Congress that instability caused by the global economic crisis had become the biggest security threat facing the United States, outpacing terrorism.“Nearly everybody has been caught by surprise at the speed in which unemployment is increasing, and are groping for a response,” said Nicolas Véron, a fellow at Bruegel, a research center in Brussels that focuses on Europe’s role in the global economy.In emerging economies like those in Eastern Europe, there are fears that growing joblessness might encourage a move away from free-market, pro-Western policies, while in developed countries unemployment could bolster efforts to protect local industries at the expense of global trade.Indeed, some European stimulus packages, as well as one passed Friday in the United States, include protections for domestic companies, increasing the likelihood of protectionist trade battles. Protectionist measures were an intense matter of discussion as finance ministers from the Group of 7 economies met this weekend in Rome.While the number of jobs in the United States has been falling since the end of 2007, the pace of layoffs in Europe, Asia and the developing world has caught up only recently as companies that resisted deep cuts in the past follow the lead of their American counterparts.The International Monetary Fund expects that by the end of the year, global economic growth will reach its lowest point since the Depression, according to Charles Collyns, deputy director of the fund’s research department. The fund said that growth had come to “a virtual halt,” with developed economies expected to shrink by 2 percent in 2009. “This is the worst we’ve had since 1929,” said Laurent Wauquiez, France’s employment minister. “The thing that is new is that it is global, and we are always talking about that. It is in every country, and it makes the whole difference.” In Asia, any smugness at having escaped losses on American subprime debt has been erased by growing despair over a plunge in sales among major exporters. On Thursday, Pioneer of Japan said it would abandon the flat-screen television business and cut 10,000 jobs worldwide in response to sagging demand for consumer electronics.Millions of migrant workers in mainland China are searching for jobs but finding that factories are shutting down. Though not as large as the disturbances in Greece or the Baltics, there have been dozens of protests at individual factories in China and Indonesia where workers were laid off with little or no notice.The breadth of the problem is also becoming apparent in Taiwan, where exports were down 42.9 percent last month, compared with a year ago, the steepest plunge in Asia.Chang Yung-yun, a 57-year-old restaurant kitchen worker, was laid off when her employer closed in mid-November. Her son, an engineer, has been put on unpaid vacation for weeks, a tactic that has become common in Taiwan.“The greatest fear for our people is losing jobs,” Taiwan’s president, Ma Ying-jeou, said in an interview.Calls for protectionism have resonated among a fearful public. In Britain, refinery and power plant employees walked off the job last month to protest the use of workers from Italy and Portugal at a construction project on the coast. Some held up signs highlighting Prime Minister Gordon Brown’s earlier promise of “British jobs for British workers.”Unemployment in Britain is expected to rise to 9.5 percent by the middle of 2010, from 6.3percent now, according to Peter Dixon, an economist with Commerzbank in London. Germany’s jobless rate could rise to 10.5 percent from 7.8 percent, he added.In France last week, President Nicolas Sarkozy agreed to supply low-interest loans of 3 billion euros, or $3.86 billion, each to PSA Peugeot Citroën and Renault in exchange for an agreement not to lay off French workers.
To a greater extent than in past European downturns, highly trained white-collar workers are pounding the pavement, too. Naomi Runquist-Ohayon, a trademark lawyer, has been looking for work in Paris since the beginning of the year, after losing her job in December.“This is a new experience for me,” said Ms. Runquist-Ohayon, 39, a Swedish native who has lived in Paris and London and speaks fluent English, French, Swedish and Italian. “In London, I never had to really look. Recruiters or headhunters would call me or I would call them. It’s not so easy now.”Half a world away in Colombia, Jaime Galeano, 40, is in a similar predicament. As a bodyguard in a country notorious for drug-related violence and kidnappings, Mr. Galeano thought his profession was immune until he lost his job last year.“The conditions for finding a job are terrible,” he said. What is more, his age is now an impediment, with a ministry informing him that only applicants under the age of 32 would be considered for new positions.“After turning 35, a person is worth nothing,” Mr. Galeano said.Even India, whose startling rise to the forefront of the global economy was portrayed in the hit movie “Slumdog Millionaire,” has hit a wall. About 500,000 people lost jobs between October and December 2008, according to one recent analysis.In New Delhi, Tarun Lamba lost the first real job he ever had about a month ago, when he was laid off as a sales manager. Mr. Lamba, 24, said he knew bad news was coming because it had been weeks since he had written a truck loan. If he has to, he said, he could join his father’s business, selling clothes. But he hopes it will not come to that.“The cycle has to keep running,” he said. “We had a boom period one year ago, now we are in a recession, and after some time the boom will come again.”Many newer workers, especially those in countries that moved from communism to capitalism in the 1990s, have known only boom times since then. For them, the shift is especially jarring, a main reason for the violence that exploded recently in countries like Latvia, a former Soviet republic.“For the young generation, aged 20 to 24, this is the first time we’ve had this,” said Valdis Zatlers, Latvia’s president.The ripples from the slowdown in Europe, North America and Asia are also being felt in Africa as migrant workers abroad lose their jobs and find themselves unable to send money home.Since his last temporary job as a metalworker in Paris ended three months ago, Ignace Abdul has halted the monthly 200 euro payments he had been sending to his wife and three children back in Senegal. “Between 2004 and 2008, I worked nonstop,” Mr. Abdul, 30, said in an interview in a bleak Paris unemployment office. “Right now, there is nothing.”

The New York Times
By NELSON D. SCHWARTZ

Published: February 14, 2009


miércoles, 25 de febrero de 2009

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