miércoles, 29 de abril de 2009

La OIT cumple 90 años empeñada en impulsar el trabajo decente.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra su 90 aniversario sumida en «un momento de profundos trastornos económicos y sociales» generados por la recesión mundial. En 2004 sus representantes ya advirtieron sin éxito de «muchos aspectos de la actual crisis» al comprobar que el modelo de globalización estaba cargado de graves desequilibrios y era «moralmente inaceptable y políticamente insostenible». Ahora, su lucha se centra en conseguir que el «trabajo decente» sea una realidad en cada rincón del planeta, según su director general, Juan Somavia.
Este organismo fue fundado al terminar la Primera Guerra Mundial, bajo el principio de que «la paz permanente sólo puede alcanzarse si se basa en la justicia social». Los instrumentos que desarrolla -con representación de gobiernos, patronales y sindicatos- constituyen la base de la legislación laboral mundial y sirven de guía en momentos y acontecimientos clave. Su actuación repercute en 182 estados, pero de diferente manera, puesto que aprueba normativas, impulsa investigaciones, facilita servicios de asesoramiento, intercambia información y gestiona cooperación técnica.
Igualdad y dignidad
El concepto de «trabajo decente» defiende la oportunidad de todos los hombres y mujeres de acceder a una actividad laboral bajo condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana. El programa de la organización gira en torno a cuatro ejes: empleo y empresas, derechos, protección social y diálogo, vinculados todos ellos a la necesidad de lograr un crecimiento productivo y un desarrollo sostenible.
La organización aboga por salir de la crisis a través de la recuperación productiva. Ha propuesto medidas relacionadas con la creación de puestos de trabajo, incluidos empleos verdes, y empresas sostenibles; aumento de la protección social; y defensa de normas, principios y derechos fundamentales. Además, apuesta por el fortalecimiento del diálogo entre los interlocutores para que la aplicación de las respuestas esté garantizada.
Somavia hace hincapié en que la Conferencia Internacional del Trabajo, que está previsto que se celebre en junio, apruebe un plan mundial que favorezca el empleo. El proyecto fomentaría la recuperación económica y la construcción de ese anhelado modelo equitativo de globalización.

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